domingo, 18 de octubre de 2009

Circo en Gran Escala? / Entrega 2

El circo como concepto y realidad debe despertar admiración, alegría y entusiasmo, no solo difrazar la tristeza. El reincidente paseo de cantantes internacionales y grupos musicales por "Guayaquil, Quito y Cuenca" y a veces en otras plazas del país, es posible por el dólar y se debe a la práctica empírica de empresarios noveles del espectáculo que buscan una ganacia fácil -de pase de manos- con cada artista, porque no se les ocurre otra cosa que hacer con sus vidas. Ha desaparecido el empresario que con su actividad como agente artístico traía un poco lo nuevo, a veces lo extraordinario, otras el aporte a la cultura; cierto que "la cultura" depende de la ideología de la clase dominante, hoy que nos domina una ideología tendiente a lo popular en su discurso debería tener apoyo visible el arte popular, pero tampoco; campean los artistas/productos comerciales de consumo rápido y efímero como los nombres variados de duetos raegetoneros que pronto nadie recordará, exceptúo a Calle 13, agrupación puertoriqueña que no ha venido, casualidad? no; aún en su temática popular es buena y cuesta más; los aventureros que traen artistas seguramente ni los conocen. Considerando que la calidad de la fauna artística que nos visita responde a un patrón de superficialidad, frivolidad e intrascendencia, que si bien tienen un espacio en toda sociedad, subrayan la ausencia de otros de mayor profundidad, producción, etc. Esta larga lista de artistas efímeros o acabados -como el inefable Lucho gatica, quien viene cada dos años y no puede tan siquiera conversar sus aventuras (o desventuras?)- subraya la contravía histórica de esta actividad con una herencia de buen gusto artístico; en Guayaquil siempre se presentaron artistas de primera línea, cantantes, orquestas, compañías de ballet, ópera, zarzuela, circos,espectáculos sobre hielo, revistas musicales, etc; es que Guayaquil es sinónimo de alegría, de fiesta, de ánimo, es una ciudad que trabaja hombro a hombro con el sol y danza y rumbea cada noche si es posible, hoy la animan todo tipo de aberraciones del entretenimiento, casinos llenos de tahúres con mujeres de vidas tristes y aburridas, bingos en cada esquina y hasta iban a hacer uno en el malecón; cabarets con "bailarinas exóticas", aclarando, putas del tubo; discotecas, boats, etc, etc; es decir, una ciudad que hace el pan con el sudor de su frente y se divierte con el derroche de sus bolsillos; pero parecen ahora muy lejos los Bocheli, el Circo du Soleil, los tenores, Martha Sánchez y más; en eso Quito exige y obtiene más calidad en varios de los artistas que la visitan. Acaso son más sensibles? Más inteligentes? o los empresarios y los escenarios de guayaquil ahuyentan al público más exigente? Si nos van a seguir dando circo sin pudor haganlo bien! y asi como costruyeron estadios monumentales para equipos pésimos! construyan escenarios para artistas intrascendentes que Guayaquil en cuestiones de diversión es una fagocitaria exuberante e ilimitada. Es que debería haber límites para el arte o el arte que exalta una ciudad es el resutado de su praxis existencial?

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